Presentación oficial de la cooperativa impulsada por ex-repartidores de Deliveroo
Integrantes del colectivo «RidersxDerechos», impulsado por ex-repartidores de Deliveroo despedidos por la empresa al no aceptar las condiciones impuestas por la multinacional, han presentado de forma oficial la cooperativa «Mensakas»
«El día después de que se cree definitivamente Mensakas, nuestra cooperativa, seguirá habiendo precariedad en el sector y trabajadores ligados a la condición de falsos autónomos, por eso nuestra movilización, la movilización de los riders de todo el Estado y de todas las empresas no puede detenerse». Oriol Alfambra, portavoz del grupo de repartidores de Deliveroo que impulsa la creación de la nueva cooperativa, ha hablado hoy en la sede del Colectivo Ronda de esta nueva cooperativa que espera se convierta en «una herramienta de fortalecimiento y mejora de las condiciones laborales en el conjunto del sector». «Si este modelo comienza a funcionar como esperamos que lo haga -explicaba Alfambra- será muy fácil replicarlo en otras ciudades del Estado e, incluso, de Europa». ¿Y en qué consiste este modelo? Pues en la creación de una cooperativa de repartidores que se integrarán en el Régimen General de la Seguridad Social como socios de trabajo y crearán una aplicación móvil donde podrán darse de alta los establecimientos interesados en poner sus productos a disposición de sus potenciales clientes a través de los servicios de la nueva cooperativa. Un esquema de actuación prácticamente idéntico al de Deliveroo con la importante diferencia de que «Mensakas» nace con la vocación, según explica Alfambra, de «fomentar un modelo de consumo de proximidad y responsable con el medio, pues usaremos en exclusiva vehículos no contaminantes para hacer los repartos. Además, queremos que los comercios con los que trabajemos incluyan algún tipo de valor añadido a su oferta, utilizando productos ecológicos y de proximidad y otorgando prioridad siempre a las iniciativas provenientes de la economía social».
Inicialmente, explican los 8 primeros integrantes de Mensakas, ofrecerán sus servicios en la ciudad de Barcelona y más concretamente en los barrios del Eixample, Gràcia, Sants y Ciutat Vella con la esperanza de poder «ampliar nuestro ámbito de actuación tan pronto como sea posible a medida que podamos comprobar la viabilidad de hacerlo». Una viabilidad que, entre otros aspectos fundamentales, pasa inicialmente por conseguir la financiación necesaria para poder acabar de desarrollar la aplicación móvil que constituye el eje de su propuesta. «Hemos recibido fondos procedentes del Proyecto Singulares que vehicula la red de Ateneos Cooperativos que nos han permitido poner toda la maquinaria de creación y constitución de la cooperativa en marcha, pero ahora hemos creado también una campaña de micromecenazgo para conseguir el dinero que necesitamos para consolidar nuestro proyecto. Nos planteamos que a través de las donaciones de la campaña de Goteo debemos captar al menos 16.000 euros, teniendo como horizonte óptimo 32.000 euros en aportaciones ».
Además de hablar de la nueva cooperativa y de la campaña de micromecenazgo que se inicia hoy, la plataforma RidersxDerechos ha aprovechado la ocasión para anunciar la celebración mañana, martes 23 de mayo, del primer juicio que se celebrará en Cataluña entre Deliveroo y uno de sus riders, en este caso Oriol Alfambra, portavoz también del grupo de trabajadores detrás de la cooperativa «Mensaka». La demanda, interpuesta por Colectivo Ronda, exige la nulidad del despido que Alfambra sufrió en agosto del año pasado. En primer lugar, se pide que se reconozca que la relación de los riders con Deliveroo es de carácter laboral y no mercantil, como aparenta ser dada la condición de autónomos que Deliveroo exige a sus repartidores. Sin embargo, la prestación de servicios se hace con una vinculación mercantil fraudulenta que trata de esconder una relación de naturaleza puramente laboral, obligando a las personas contratadas a darse de alta en el régimen de autónomos ya la vez debiendo cumplir unos horarios, sometidos a un control absoluto por parte de la empresa sobre la ejecución de los repartos y con sanciones en caso de rechazar alguna de los pedidos. Sin embargo, es también la empresa quien impone los períodos de vacaciones y actúa mediante la imposición de sanciones disciplinarias cuando se rechazan pedidos por los motivos que sea. Una serie de irregularidades que constan acreditadas en una contundente resolución de la Inspección de Trabajo de Valencia, ciudad que ha acogido el único juicio celebrado hasta ahora en España, actualmente pendiente de sentencia.
La demanda no sólo pide el reconocimiento de la relación laboral sino que considera que la verdadera causa de la extinción contractual de Alfambra y del resto de 16 riders que celebrarán juicio en Barcelona desde ahora hasta noviembre es la voluntad de Deliveroo de represaliarlos por haber sido las caras más visibles y significadas del movimiento de protesta que prendió entre la plantilla de repartidores de Deliveroo en julio pasado y concluyó con la convocatoria de la primera huelga del sector. En ese momento, los riders protestaron contra la imposición de un contrato de prestación de servicio que derogaba el acuerdo anteriormente vigente que garantizaba a los repartidores dos pedidos mínimo por hora pagadas al menos a 4,25 euros y asegurando una jornada semanal de al menos 20 horas, así como el reconocimiento de la antigüedad.