El juzgado social 9 de Barcelona ha dictado la primera sentencia en España que atribuye la muerte de un ex-trabajador de NISSAN a la exposición al amianto en su lugar de trabajo. La resolución considera de origen laboral el mesotelioma que causó el fallecimiento del empleado a instancias de la viuda, a quien el INSS inicialmente reconoció la prestación de viudedad como derivada de enfermedad común.
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Por primera vez en España, una sentencia judicial señala el amianto como causante de la muerte de un trabajador de la multinacional nipona NISSAN. La resolución del Juzgado Social 9 de Barcelona otorga la consideración de enfermedad de origen laboral al mesotelioma -cáncer de pleura - que terminó en 2014 con la vida del antiguo operario del fabricante japonés de vehículos de motor. El mesotelioma es una patología mortal, sin esperanza de cura, que tiene como único origen conocido la inhalación de fibras de asbesto y que, según el Cuadro de Enfermedades Profesionales en el sistema de la Seguridad Social, está vinculado, entre otros actividades, a la fabricación de guarniciones para frenos y embragues y la realización de tareas de reparación de vehículos automóviles.
La sentencia del juzgado barcelonés considera acreditado que en la fábrica de Nissan de Montcada i Reixac (Barcelona), donde trabajaba el operario fallecido, se podía encontrar amianto hasta al menos el año 1994, principalmente procedente de las pastillas y los discos de freno que la empresa empleaba en la fabricación de sus vehículos y que adquiría de la multinacional Bendix. Precisamente, en abril de 2018, una primera sentencia conseguida también por Colectivo Ronda señaló el amianto contenido en estos componentes como causante del cáncer de pulmón que causó la muerte de un ex-trabajador de la planta de Bendix en Parets del Vallès .
Sin embargo, las pastillas de freno no eran el único elemento que contenía el mortífero amianto. En la sentencia consta que «además de los frenos y los discos (que se compraban pero se montaban en Nissan) también había amianto en las prensas de estampación que se encargaba de revisar el departamento donde trabajaba el operario».
En este sentido, la sentencia recuerda que un informe de Inspección de Trabajo confeccionado en 1991 consideraba que, como consecuencia de la presencia en las instalaciones de Nissan de estos componentes potencialmente peligrosos para la salud,la empresa debía registrarse en el Registro de Empresas con Riesgo de Amianto (RERA) cosa que el fabricante japonés nunca llegó a hacer.
Un sector de elevado riesgo
Mireia García, abogada de Colectivo Ronda responsable de esta primera resolución que acredita el riesgo derivado de la exposición al amianto que han sufrido los trabajadores de Nissan, destaca la importancia de la sentencia por el hecho de «testimoniar que en las fábricas de Nissan, tanto en Montcada como en Zona Franca se manipuló amianto, poniendo en peligro la integridad física de las personas que trabajaban sin que hasta ahora existiera ninguna otra sentencia en todo el Estado que así lo estableciera». La abogada recuerda «la intolerable tasa de infradiagnóstico y reconocimiento que todavía se da en España en relación a las enfermedades de origen laboral como pueden serlo el cáncer de pulmón, la asbestosis o el mesotelioma vinculadas a la exposición al amianto en los centros de trabajo ». En este sentido, por ejemplo, debemos recordar las conclusiones de los informes redactados por Alfredo Menéndez, Catedrático de Historia de la Ciencia de la Universidad de Granada, y Montserrat Gracia, especialista en Medicina del Trabajo, que señalan que la cifra anual de defunciones causadas por las diversas formas de cáncer relacionadas con la exposición al asbesto en el lugar de trabajo supera las 700, de las cuales menos del 5% son reconocidas por el INSS como enfermedades de origen laboral. «La industria de la automoción tiene un peso específico muy importante en el tejido industrial de España, dando empleo en el transcurso de los años a miles y miles de trabajadores que han pasado por las fábricas de las grandes empresas del sector -prosigue la abogada- a estas alturas, queda fuera de toda posible duda que la fabricación de vehículos de motor ha sido una de las actividades para las que se ha empleado con regularidad el amianto, especialmente en relación con las pastillas de freno, pero también con otras muchas utilidades y, casi siempre, en ausencia de medidas de seguridad y prevención adecuadas. Esta sentencia abre la puerta a revisar la situación que s ha vivido en la Nissan y qué responsabilidades que pueden derivarse de la presencia de amianto en sus procesos productivos».
