Ni jaulas que corten nuestras alas. Ni dominaciones que nos encarcelen. Las mujeres queremos ser libres. Y no nos cansaremos de repetirlo cada 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, pero también cada día del año, para denunciar las constantes violencias y discriminaciones de las que somos objeto las mujeres por el mero hecho de serlo. Y una vez más, poniendo énfasis en las reivindicaciones vinculadas al entorno laboral, con la constante brecha salarial, y en las esferas institucionales y judiciales, para exigir más recursos que ayuden a poner una mirada más afinada con perspectiva de género. Para caminar hacia la libertad y la equidad.