Estas patologías, comprendidas dentro de la denominación más genérica de síndromes de sensibilización central, a pesar de tener una creciente y evidente incidencia sobre el conjunto de la población, continúan gravemente invisibilizadas como consecuencia de la falta de reconocimiento que todavía las afecta y, desgraciadamente, de una intolerable tasa de infradiagnosis. Situación que a menudo se traduce en grandes dificultades para acceder a tratamientos médicos especializados y ver reconocida la capacidad invalidante de estas patologías y, por lo tanto, las prestaciones económicas que les corresponden.