Las prácticas fraudulentas de una empresa que se hace llamar "colaborativa"
Las protestas y reclamaciones de los llamados riders -repartidores- de la multinacional británica Deliveroo que se han producido estos días y que han acabado con la presentación de una denuncia van más allá de las puramente salariales. Se considera que la empresa ha podido incurrir en prácticas fraudulentas al pedir dedicación exclusiva a las personas repartidoras pero sin integrarlas como empleadas en la empresa y les obliga a darse de alta como autónomos. Ahora, además, están bajo amenaza de despido si no aceptan un contrato de obligado cumplimiento.
Los riders de Deliveroo convocaron huelga el domingo día 2 de julio por la noche, en Barcelona y otras ciudades, en un momento de reparto álgido, para hacer visible su protesta. Y volvieron a convocar el día 9. Miembros de la Plataforma "Riders x Derechos" (que integra varias personas dedicadas al servicios de reparto de comida a domicilio en bicicleta de varias empresas pero principalmente de Deliveroo) de Barcelona, Madrid, Valencia y Zaragoza se encontraron a inicios de julio para poner en común los pasos a seguir en la lucha e informar de los despidos que se están produciendo entre las personas que forman parte de la movilización y consensuar los puntos de la denuncia presentada. También se ha presentado en el Ayuntamiento de Barcelona una queja para permitir que empresas que se autodenominan "colaborativas" se instalen en la ciudad a pesar de su política laboral pueda suponer evidentes vulneraciones de los derechos de trabajadores y trabajadoras. Los riders han autoorganizado en plataforma por su propia cuenta y con el apoyo de pequeños sindicatos independientes, como la Intersindical Alternativa de Cataluña.
Desde Colectivo Ronda está llevando la defensa de algunas de las personas despedidas, para según ellas mismas, formar parte de la plataforma y haber dado la cara para denunciar su situación. Un escenario que según el abogado Natxo Parra "esconde muchas deficiencias tras la fachada de una empresa atractiva que ofrece flexibilidad y en cambio deja totalmente desprotegidos a sus trabajadores y trabajadoras y con condiciones laborales muy precarias, bajo una relación laboral fraudulenta que provocaría que todos los pactos entre empresa y trabajador se consideraran nulos ".
La denuncia hace hincapié en el hecho de que la situación de prestación de servicios se hace con una vinculación mercantil fraudulenta que trata de esconder una relación de naturaleza puramente laboral, obligando a las personas contratadas a darse de alta en el régimen de autónomos ya la vez debiendo cumplir unos horarios, sometidos a un control absoluto por parte de la empresa sobre la ejecución de los repartos y con sanciones en caso de rechazar alguna de los pedidos. Sin embargo, es también la empresa quien impone los períodos de vacaciones y actúa con la imposición de sanciones disciplinarias cuando se rechazan pedidos por los motivos que sea. Las reivindicaciones específicas de los riders comenzaron para pedir la mejor de condiciones como el mantenimiento del acuerdo que garantizaba a los repartidores dos pedidos mínimo por hora pagadas al menos a 4,25 euros y asegurando una jornada semanal de al menos 20 horas, así como el reconocimiento de la antigüedad.
Aquí podéis descargar el dosier de pruebas de Deliveroo para la denuncia presentada.