Cotronic exige 90.000 euros al comité de huelga


Colectivo Ronda defiende a los miembros del comité de huelga a quienes la dirección de Cotronic, subcontrata de Movistar- Telefónica propiedad de Cobra (grupo ACS), exige el pago de 90.000 euros al considerar ilegal la huelga que desarrollan desde el pasado 31 de marzo

«Estamos ante un intento sin justificación ni fundamento de laminar un derecho esencial como es el de huelga mediante la amenaza de una importantísima sanción económica para las personas que están representando sus compañeros en este legítimo episodio de confrontación laboral», advierte Vidal Aragonés, abogado de Colectivo Ronda que ejerce la defensa de los integrantes del comité.

La dirección de Cotronic considera que la huelga convocada por el comité que se inició el pasado día 31 de marzo de 2021 y que se desarrolla desde entonces con amplio seguimiento el último día de cada mes es una convocatoria ilegal por no tener origen en causas legalmente tasadas. Una postura diametralmente opuesta a la defendida por la plantilla de Cotronic que recuerda que el motivo de la huelga es la negativa de la empresa a prorrogar la vigencia del acuerdo alcanzado en 2018 -poniendo punto y final a un conflicto laboral que en ese momento se prolongó durante más de 3 meses- que mejoraba sus condiciones de trabajo y expiró a finales de 2020. En paralelo, y además de reclamar el mantenimiento de la vigencia del acuerdo alcanzado en 2018 , los trabajadores y trabajadoras de Cotronic enfatizan que la huelga también tiene por causa denunciar la política sancionadora de la empresa, una de las principales subcontratas a nivel estatal de la multinacional de las comunicaciones, que desde inicios de este año ha impuesto sanciones de entre 10 y 15 días de suspensión de empleo y salario, a 80 integrantes de la plantilla. En la mayoría de estos casos, las sanciones eran consecuencia de la negativa de los trabajadores y trabajadoras a desarrollar sus funciones sin equipos de protección de la salud adecuados para hacer frente a la situación de alarma sanitaria o en condiciones de elevado riesgo para a la integridad física, tal como sucedió durante los días de inestabilidad meteorológica causados por el temporal Gloria, cuando la empresa pretendía que se siguieran desarrollando trabajos en altura a pesar de la intensidad de los fortísimos vientos.

Largo historial de confrontación

La plantilla de Cotronic, con implantación en buena parte del territorio estatal, ha sido una de las más significadas en defensa de los derechos laborales de los profesionales del sector de la instalación de redes para telecomunicaciones. Así, por ejemplo, tuvo un gran protagonismo en la histórica «huelga de las escaleras» de 2015, uno de los principales capítulos de denuncia colectiva de los efectos de pauperización de las condiciones laborales que implica la política de subcontratación masiva de la actividad principal seguida por Movistar- Telefónica. Con posterioridad, y en respuesta tanto a políticas de drástica reducción salarial como a los incumplimientos de los acuerdos que sirvieron para poner fin a los 3 meses de la huelga de las escaleras, la plantilla de Cotronic volvió a ejercer su derecho de huelga en 2018 hasta obtener el acuerdo que este año la empresa se niega a prolongar con la consecuencia de una nueva convocatoria de huelga que la subcontrata quiere impugnar legalmente.

«La huelga tiene plena razón de ser ante la situación que afecta a la plantilla de Cotronic desde hace tiempo y nuestro ordenamiento laboral otorga un especial grado de protección a este derecho fundamental que es uno de los principales, sino el principal, elemento de confrontación de los trabajadores y trabajadoras en aquellas circunstancias en las que consideren vulnerados sus derechos o decepcionadas sus legítimas aspiraciones », enfatiza Vidal Aragonés. En este sentido, el abogado de Colectivo Ronda denuncia «la creciente intensificación de los intentos de volver a poner límites y frenos a un derecho que se negó durante décadas a la clase obrera de España» y lamenta que la respuesta de Cotronic los intentos de diálogo por parte de la plantilla y el comité de huelga sea «intentar disuadir por la vía de la amenaza que supone enfrentarse a una demanda tan importante en términos económicos»

«Estamos ante un intento sin justificación ni fundamento de laminar un derecho esencial como es el de huelga mediante la amenaza de una importantísima sanción económica para las personas que están representando sus compañeros en este legítimo episodio de confrontación laboral», advierte Vidal Aragonés, abogado de Colectivo Ronda que ejerce la defensa de los integrantes del comité.

La dirección de Cotronic considera que la huelga convocada por el comité que se inició el pasado día 31 de marzo de 2021 y que se desarrolla desde entonces con amplio seguimiento el último día de cada mes es una convocatoria ilegal por no tener origen en causas legalmente tasadas. Una postura diametralmente opuesta a la defendida por la plantilla de Cotronic que recuerda que el motivo de la huelga es la negativa de la empresa a prorrogar la vigencia del acuerdo alcanzado en 2018 -poniendo punto y final a un conflicto laboral que en ese momento se prolongó durante más de 3 meses- que mejoraba sus condiciones de trabajo y expiró a finales de 2020. En paralelo, y además de reclamar el mantenimiento de la vigencia del acuerdo alcanzado en 2018 , los trabajadores y trabajadoras de Cotronic enfatizan que la huelga también tiene por causa denunciar la política sancionadora de la empresa, una de las principales subcontratas a nivel estatal de la multinacional de las comunicaciones, que desde inicios de este año ha impuesto sanciones de entre 10 y 15 días de suspensión de empleo y salario, a 80 integrantes de la plantilla. En la mayoría de estos casos, las sanciones eran consecuencia de la negativa de los trabajadores y trabajadoras a desarrollar sus funciones sin equipos de protección de la salud adecuados para hacer frente a la situación de alarma sanitaria o en condiciones de elevado riesgo para a la integridad física, tal como sucedió durante los días de inestabilidad meteorológica causados por el temporal Gloria, cuando la empresa pretendía que se siguieran desarrollando trabajos en altura a pesar de la intensidad de los fortísimos vientos.

Largo historial de confrontación

La plantilla de Cotronic, con implantación en buena parte del territorio estatal, ha sido una de las más significadas en defensa de los derechos laborales de los profesionales del sector de la instalación de redes para telecomunicaciones. Así, por ejemplo, tuvo un gran protagonismo en la histórica «huelga de las escaleras» de 2015, uno de los principales capítulos de denuncia colectiva de los efectos de pauperización de las condiciones laborales que implica la política de subcontratación masiva de la actividad principal seguida por Movistar- Telefónica. Con posterioridad, y en respuesta tanto a políticas de drástica reducción salarial como a los incumplimientos de los acuerdos que sirvieron para poner fin a los 3 meses de la huelga de las escaleras, la plantilla de Cotronic volvió a ejercer su derecho de huelga en 2018 hasta obtener el acuerdo que este año la empresa se niega a prolongar con la consecuencia de una nueva convocatoria de huelga que la subcontrata quiere impugnar legalmente.

«La huelga tiene plena razón de ser ante la situación que afecta a la plantilla de Cotronic desde hace tiempo y nuestro ordenamiento laboral otorga un especial grado de protección a este derecho fundamental que es uno de los principales, sino el principal, elemento de confrontación de los trabajadores y trabajadoras en aquellas circunstancias en las que consideren vulnerados sus derechos o decepcionadas sus legítimas aspiraciones », enfatiza Vidal Aragonés. En este sentido, el abogado de Colectivo Ronda denuncia «la creciente intensificación de los intentos de volver a poner límites y frenos a un derecho que se negó durante décadas a la clase obrera de España» y lamenta que la respuesta de Cotronic los intentos de diálogo por parte de la plantilla y el comité de huelga sea «intentar disuadir por la vía de la amenaza que supone enfrentarse a una demanda tan importante en términos económicos»