Huelga de las trabajadoras del Servicio de Intervención Especializada en Violencia Machista
Las trabajadoras del Servicio de Intervención Especializada en Violencia Machista del Baix Llobregat impulsan la creación de un nuevo sindicato y convocan huelga contra la precariedad y la pérdida de calidad de la atención que pueden ofrecer a las usuarias.
El próximo lunes día 12 de febrero, las trabajadoras que actualmente prestan el servicio de asesoramiento y acompañamiento a víctimas de violencia a machista al Servicio de Intervención Especializada del Baix LLobregat, dependiente de la Dirección General de Familias de la Generalidad de Cataluña, detendrán su actividad entre las 11 horas y las 13 horas. La medida pretende visibilizar ante la Administración, la entidad concesionaria del servicio (Asociación Bienestar y Desarrollo) y las propias usuarias del centro el malestar de la plantilla ante lo que consideran una degradación progresiva de sus condiciones laborales y una pérdida de calidad asistencial como consecuencia de la falta de recursos materiales y, especialmente, humanos para desarrollar su tarea.
Las huelguistas denuncian que desde el año 2014 han visto reducida la plantilla del servicio incluyendo bajas de personal esencial para preservar la eficacia del servicio como son psicólogas, trabajadoras sociales y insertor laboral. Aparte, las trabajadoras informan que la Asociación Bienestar y Desarrollo, responsable de la gestión del Servicio, ha dejado de cubrir las bajas médicas de corta o media duración de su personal, obligando al resto de la plantilla a realizar sobreesfuerzos para cubrir las ausencias y provocando una creciente desatención de áreas concretas del servicio en un contexto de notable incremento las consultas y del volumen de personas atendidas desde este espacio de protección para las mujeres que sufren formas diversas de violencia machista.
«Las personas que requieren ayuda y apoyo para hacer frente a la violencia que sufren -explica Sonia Mataró, portavoz de las huelguistas- necesitan un abordaje necesariamente pluridisciplinar de su problemática. El maltrato no afecta en exclusiva una parcela concreta de nuestra existencia sino que lo abarca todo. Hablamos de necesidades físicas con respecto a las lesiones, por supuesto, pero también de ayuda psicológica, económico, de reinserción laboral o de reconstrucción de un entorno social que a veces también queda muy dañado. Cualquier planteamiento de asesoría que descuide uno o varios de estos aspectos hace insuficiente la dedicación que podemos ofrecer a unas mujeres que, desgraciadamente, ya están sufriendo bastante y no merecen la ineficacia o el olvido de las instituciones».
Una eficacia que las huelguistas consideran que se encuentra muy en entredicho ante la negativa de la Asociación Bienestar y Desarrollo a hacerse cargo de sus reivindicaciones. «Durante 6 meses -analiza Mataró- hemos intentado negociar sin ningún avance. Hemos expuesto nuestra situación, nuestra preocupación e inquietud tanto por lo que nos afecta a nosotros en primera persona como trabajadoras como, sobre todo, por la pérdida de calidad del servicio que estamos en disposición de ofrecer a nuestras usuarias, y no hemos encontrado la menor voluntad de establecer un diálogo sincero y fructífero en el otro lado de la mesa. No nos dejan otra salida que hacer estas paradas ».
En el escrito dirigido a la Dirección General de Familias de la Generalidad de Cataluña, las huelguistas exponen la obligación que sufren de realizar numerosas horas extras que nunca han sido retribuidas para cubrir la falta de personal y recursos. «No es sólo trabajar más y hacerlo sin cobrar -explican- es que si queremos atender a todos, nos vemos obligadas a dedicar atención a las usuarias las horas que antes podíamos dedicar a coordinar nuestro trabajo y mejorar el enfoque del servicio para hacerlo verdaderamente útil y eficiente. Ahora ya no podemos. Y, si tenemos compañeras que están de baja, por ejemplo, no nos podemos permitir cosas tan sencillas como ir al médico o hacer frente a imprevistos que puedan afectar nuestra familia, pues trabajamos al límite de capacidad, sin margen. Y trabajamos con personas en situación de vulnerabilidad, que sufren. No podemos decirles sin más que vuelvan al día siguiente porque no somos suficientes o porque ya estamos agotadas de tantas horas como hemos hecho esa semana ». Un cansancio y estrés que se acaba traduciendo en una situación de angustia generalizada y ansiedad entre las integrantes de la plantilla. «Es como un círculo vicioso -afirma Sonia Mataró- la ansiedad por la sobrecarga de trabajo acaba provocando más bajas que redunden en una sobrecarga aún mayor para el resto y empobrecen más el servicio».
Creación de un nuevo sindicato
Las convocantes de la huelga consideran que la situación que se vive en el Servicio de Intervención Especializada del Baix LLobregat no es una excepción. Según afirma la plantilla, en la mayoría de estos centros que nacieron a raíz de la aprobación de la Ley 5/2008 del Derecho de las Mujeres a Erradicar la Violencia Machista, se dan circunstancias similares sin que la Generalitat esté velando suficientemente por las condiciones laborales de las profesionales contratadas por las diferentes empresas e instituciones concesionarias del servicio a las 8 demarcaciones territoriales donde está presente. Es por ello, que desde el Servicio del Baix Llobregat se ha impulsado la creación del Sindicato Teresa Claramunt que toma el nombre de la histórica militante anarquista y feminista de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. «Todas trabajamos en centros dispersos y contratadas por empresas diferentes, pero compartimos experiencias y problemáticas -explican desde el sindicato- y hay que acabar, precisamente, con esta dispersión. Unidas podemos hacer la fuerza que por separado no tenemos para conseguir que el servicio y la ayuda que ofrecemos a las mujeres víctimas de violencia machista sea verdaderamente efectivo y permita a estas mujeres superar las miedo, las angustias y las dificultades con el asesoramiento de profesionales cualificadas que puedan disfrutar de unas condiciones laborales a la altura de la importante labor que como sociedad les hemos encargado. Desde la precariedad no puede ayudar a nadie».
En caso de que las reivindicaciones de las trabajadoras no se atiendan y no se inicie un proceso negociador que permita encontrar soluciones a las problemáticas planteadas por la plantilla, el paro del próximo día 12 de febrero se repetirá los lunes 19 y 26 del mismo mes, sin descartar la extensión y ampliación del conflicto.