Un total de 106 trabajadores de HUAWEI empleados en el servicio de gestión de incididencias y mantenimiento de la red de telefonía fija y móvil de VODAFONE iniciarán una huelga indefinida a partir del próximo día 29 de noviembre contra el anuncio de venta y externalización de la unidad productiva a beneficio de la multinacional Eulen.
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Hace apenas 4 años, el personal técnico encargado de la gestión de incidencias y el mantenimiento de las redes de telefonía móvil y fija de la compañía Vodafone eran empleados del propio operador británico, en su mayoría procedentes de la extinta ONO. Desde entonces la situación ha variado drásticamente a través de la continua externalización de servicios y personal a terceros.
El último de estos movimientos lo protagoniza la compañía de capital chino HUAWEI, hasta ahora responsable del servicio de mantenimiento de redes en algunas de los principales núcleos urbanos de España, tras anunciar la venta de su unidad productiva a la multiservicios Eulen y la aplicación del artículo 44 del Estatuto de los Trabajadores para ceder a sus actuales empleados a la que se prevé se convierta en nueva concesionaria del servicio. De esta forma, se completaría el traspaso de la plantilla a Eulen que ya se inició en 2019, cuando un total de 101 empleados de Huawei fueron externalizados a la propia Eulen para realizar estas mismas funciones en diferentes provincias.
Precisamente, las malas experiencias de este primer grupo de trabajadores cedidos a Eulen han servido para poner en sobre aviso a la plantilla a quien ahora se pretende externalizar pues, tal y como recuerdan representantes de los trabajadores llamados a la huelga, “desde su llegada a Eulen, las condiciones laborales de estos antiguos compañeros han empeorado ostensiblemente con la supresión, por ejemplo, de diversos pluses que venían percibiendo anteriormente o la pérdida del complemento salarial por trabajo nocturno”. En este sentido, la plantilla señala a modo de ejemplo de la conflictividad provocada por la cesión a Eulen que la semana pasada, mientras se negociaba la sucesión empresarial, sus antiguos compañeros ahora empleados en Eulen acudían a la Audiencia Nacional para celebrar el juicio que les enfrenta a su actual empresa por irregularidades relacionadas con el abono de un plus que representa algo más del 10% de su salario anual. Un hecho al que cabe sumar, tal y como indican los representantes de la plantilla, que en los dos años transcurridos desde aquel primer proceso de sucesión entre Huawei i Eulen, la compañía cesionaria se ha desprendido de un 30% de los trabajadores procedentes de la tecnológica china. “Estos despidos y los sucesivos intentos de reducir la retribución de los empleados procedentes de Huawei evidencian que la sucesión de empresa es una maniobra que no tiene más objetivo que reducir los costes laborales asociados a la prestación del servicio y desprenderse a muy bajo coste de unas personas que, en algunos casos, han ido cambiando sucesivamente de empresa desde los tiempos de Airtel, pasando por Ono, Vodafone, Huawei y, por último, Eulen”.
Sobre esta cuestión, la plantilla recuerda que en las infructuosas reuniones mantenidas hasta la fecha con Huawei para intentar reconducir la situación -la última de ellas, ayer mismo- no han obtenido “garantías reales y mínimamente sólidas de mantenimiento en el nuevo puesto de trabajo o de sujeción a sus actuales condiciones laborales, evidenciando la voluntad que subyace tras esta maniobra”.
Esther Comas y Oriol Pintos forman parte del equipo de abogados de Colectivo Ronda que asesora a los empleados llamados a la huelga a partir del próximo 29 de noviembre. Para los letrados, la situación que afecta al centenar de empleados a quines se quiere ceder a Eulen es “epítome de cómo el uso continuo de los mecanismos de subcontratación y subrogación está degradando de forma generalizada el marco actual de relaciones laborales en España, tal y como vemos una y otra vez en conflictos como el de Nissan en Barcelona o justamente estos días en el sector del metal en la provincia de Cádiz”. A criterio de los abogados de la cooperativa jurídica, “operaciones como la suscrita a tres bandas por Vodafone, Huawei y Eulen representan una verdadera cosificación del trabajador, que es tratado como si fuera un recurso material más sujeto a un proceso de compra y venta, sin posibilidad de poder decidir sobre su futuro y obligado a aceptar un empeoramiento de sus condiciones laborales para mantener el puesto de trabajo”.