La respuesta a esta pregunta depende de múltiples factores y estará determinada por el momento de la compra, la marca y el coste del vehículo. Sin embargo, orientativamente, es razonable considerar que el importe a recuperar estará entre el 10% y el 12% del precio del automóvil. Una cantidad a incrementar con los correspondientes intereses generados desde el momento de la compra.