Adquirimos una vivienda de nueva construcción y, supuestamente, todo tendría que estar perfectamente acabado y en condiciones inmejorables para permitirnos disfrutar de nuestro nuevo hogar durante muchos años, pero... ¿y si no es así?
Los vicios de construcción son defectos derivados de la edificación de la vivienda que pueden llegar a poner en cuestión, en los casos más graves, la propia habitabilidad del inmueble o, cuando menos, causar molestias o dejar insatisfechas las lógicas expectativas generadas por el proyecto.
La normativa nos ampara a la hora de exigir las pertinentes responsabilidades a promotores, constructores y aseguradoras con objeto de obtener una justa reparación y compensación por las imperfecciones que puedan afectar a la construcción.