El derecho a la no discriminación acerca al terreno de lo más concreto la cláusula general de igualdad contemplada en la Constitución, entre otros textos normativos, según la cual el conjunto de la ciudadanía tiene que recibir un trato igualitario de la Administración y experimentar idénticas consecuencias jurídicas ante comportamientos y actuaciones iguales.
Además, el derecho a la no discriminación proscribe determinadas actitudes discriminatorias que no se basan en la vulneración de principios de igualdad genéricos, sino en razones y motivos concretos de discriminación que condenan a determinados sectores de la población a situaciones de vulnerabilidad, laminación de derechos y ataque a la propia dignidad.
En Colectivo Ronda incluimos en nuestro ideario la defensa del derecho de toda persona a una vida autónoma, digna y libre y el derecho a no sufrir ninguna forma de persecución, discriminación, abuso o marginación por razón de sexo, etnia, origen o idioma.